lunes, 26 de mayo de 2014

El Café de Colombia




HISTORIA DEL CAFÉ EN COLOMBIA


Los indicios históricos señalan que los jesuitas trajeron semillas del grano a la Nueva Granada hacia 1730, pero existen distintas versiones al respecto. La tradición dice que las semillas de café llegaron por el oriente del país, portadas por algún viajero desde las Guyanas y a través de Venezuela. El testimonio escrito más antiguo de la presencia del cafeto en Colombia se le atribuye al sacerdote jesuita José Gumilla. En su libro El Orinoco Ilustrado (1730) registró su presencia en la misión de Santa Teresa de Tabajé, próxima a la desembocadura del río Meta en el Orinoco. El segundo testimonio escrito pertenece al arzobispo-virrey Caballero y Góngora (1787) quien en un informe a las autoridades españolas registró su cultivo en regiones cercanas a Girón (Santander) y a  Muzo (Boyacá).


Los primeros cultivos de café crecieron en la zona oriental del país. En 1835 tuvo lugar la primera producción comercial y los registros muestran que los primeros 2.560 sacos se exportaron desde la aduana de Cúcuta, en la frontera con Venezuela. De acuerdo con testimonios de la época se le atribuye a Francisco Romero, un sacerdote que imponía durante la confesión a los feligreses de la población de Salazar de las palmas la penitencia de sembrar café,  un gran impulso en la propagación del cultivo del grano en esta zona del país.  Estas semillas habrían permitido la presencia de café en los departamentos de Santander y Norte de Santander, en el nororiente del país, con su consecuente propagación, a partir de 1850, hacia el centro y el occidente a través de Cundinamarca, Antioquia y la zona del antiguo Caldas.



No obstante esos desarrollos tempranos, la consolidación del café como producción de exportación en Colombia sólo se dio a partir de la segunda mitad del siglo XIX.

El café también tuvo una expansión especulativa de este corte, generado por la coyuntura de los buenos precios internacionales entre finales de los años setenta del siglo XIX y comienzos del siglo XX. En este periodo la producción anual de café pasó de unos 60.000 sacos de 60 kilos a cerca de 600.000. Esta expansión se dio principalmente en las grandes haciendas de los departamentos de Santander y Cundinamarca, cuyos propietarios tenían acceso al mercado bancario internacional para financiar sus proyectos. Por eso no es extraño que a finales del siglo XIX esas dos regiones respondieran por más del 80% de la producción nacional.

El cultivo del café era una opción muy atractiva para los campesinos, en la medida en que ofrecía la  posibilidad de hacer un uso permanente e intensivo de la tierra. Bajo el esquema productivo de la agricultura tradicional, basado en el procedimiento de roza y quema, la tierra permanecía improductiva durante un largo período de tiempo. En cambio el café ofrecía la posibilidad de tener una agricultura intensiva, sin mayores requerimientos técnicos y sin sacrificar el cultivo de productos para la subsistencia, generando las condiciones para el crecimiento de una nueva caficultura, dominada por pequeños propietarios.

Durante el período entre 1905 y 1935 la industria del café en Colombia creció de una forma dinámica, gracias a la visión de política de largo plazo derivada de la creación de la Federación Nacional de Cafeteros(FNC) en 1927. 



PRODUCCIÓN DEL CAFÉ EN COLOMBIA



Los procesos de selección comienzan desde la investigación sobre variedades y formas de cultivo que llevan a cabo los científicos del centro de investigación  Cenicafé, probablemente el más avanzado en su género en el mundo. La gente del café en Colombia, es decir más de 563,000 familias productoras de café en el país reciben la información de Cenicafé y la asesoría para asegurar la calidad de su cultivo a través del Servicio de Extensión de la Federación Nacional de Cafeteros .
Para dimensionar la importancia del trabajo del productor cafetero colombiano y el de su familia, bien vale la pena recordar que para producir una libra de café es en primer lugar necesario seleccionar  cerca de 1,900 cerezas o frutos de café (en óptimo estado de madurez. La selección y beneficio (proceso de post cosecha que incluye despulpado, lavado y secado) de las cerezas de café constituye, sin duda, uno de los trabajos más arduos, minuciosos y personalizados de toda la cadena de producción de café. Es en estos procesos donde se decide obtiene un café de calidad.




El arte de producir un buen café Colombiano con recolección y beneficio selectivos es sin duda un trabajo artesanal y paciente que pocos consumidores conocen y valoran en su justa dimensión, pero además de paciencia, también hay un trabajo duro.

Al final de estos trabajos iniciales se obtiene el denominado café pergamino. Es en este punto en que gran parte de los productores llevan su producto a la red de comercialización  interna en Colombia.
El grano  seco pergamino se trilla para retirar la capa amarilla que lo recubre y obtener el café verde en almendra. Una vez retirado el pergamino en las trilladoras, el grano se selecciona y clasifica cuidadosamente, teniendo en cuenta su tamaño, peso, color y apariencia física (defectos). Este café almendra es el insumo para la elaboración del café tostado, del  café soluble y de los extractos de café de los procesos de industrialización del café, y se caracteriza por su color  verde,  un olor característico de café fresco y una humedad media del 10 al 12%.

Para que este café verde sea exportado ha debido pasar por diferentes puntos de análisis de calidad sensorial, granulometría y humedad de acuerdo con las regulaciones vigentes en Colombia. Un café colombiano sólo puede exportarse si cumple con los parámetros mínimos de calidad vigentes, los cuales son revisados en todos los puertos desde donde se exporta café en Colombia. Esta labor la realiza Almacafé.




Para asegurar la calidad, los esfuerzos de los cafeteros colombianos no terminan en su territorio. A través del Programa 100% Colombiano empresas tostadoras de todos los continentes compran su café verde colombiano y lo venden bajo sus marcas 100% colombiano a consumidores en todo el mundo.

 Los cafeteros de Colombia, buscando generar mayor conocimiento sobre su esfuerzo y su origen, también han desarrollado sus tiendas de café Juan Valdez con el fin de promocionar su producto y llevar al consumidor un mensaje amable asociado con su esfuerzo, respeto y dedicación por la bebida.

Colombia se ha convertido en un referente mundial en términos de café por su obsesión por construir un sistema de aseguramiento de la calidad para su producto que va desde la semilla del árbol, asociada con el trabajo de Cenicafé, hasta la taza de café 100% Colombiano, que llega a millones de consumidores en todo el mundo.



SOBRE EL CAFÉ


Pocas bebidas en el mundo han llegado a ser tan populares y altamente apreciadas como una taza de café de alta calidad bien preparada.  Los conocedores coinciden en que esta bebida está en capacidad de ofrecer un sabor y experiencias complejas que van más allá de ser una simple bebida estimulante o que satisface la sed. Su exquisito aroma y sabor ofrecen una variada gama de sensaciones que reconfortan el estado físico y espiritual de quienes lo consumen.



Detrás de una taza de café, de un espresso, de un Capuchino, hay siempre una compleja historia y un arduo trabajo. El café es un producto especial, con una historia particular, que requiere de condiciones de cultivo complejas, y un manejo del cultivo y procesamiento del grano que requieren una gran dedicación.

Pero no sólo la historia y sus condiciones de producción hacen al café especial. El café es mucho más que una simple bebida. De él dependen decenas de millones de productores en el mundo en vías de desarrollo, y sobre él confluyen centenares de millones de personas, alrededor del mundo, que han creado en diferentes sociedades, ritos y costumbres, que a su vez han contribuido a crear diferentes preparaciones que explotan los diversos y complejos atributos de esta bebida.

Recientemente, el café también ha demostrado tener propiedades positivas para la salud. Los temas de  café y salud, que por mucho tiempo generaron mitos que hicieron carrera, desde hace unos años se han convertido en una fuente nueva de posibilidades y razones adicionales para consumir este maravilloso producto.




CAFÉ DE COLOMBIA


Detrás del producto Café de Colombia se han unido no sólo los productores sino los dueños de marcas 100% Colombiano que son conscientes de la importancia del origen en un café no sólo desde el punto de vista de su calidad sino desde el punto de vista social y ambiental. Para quienes procesan, distribuyen y consumen café colombiano es evidente que el producto  debe tener además de una garantía de origen para asegurar que efectivamente venga de la tierra del café ser producido y comercializado bajo los valores de honestidad, trabajo duro y bienestar para el productor, quien se encuentra inmerso en programas de sostenibilidad en acción.
Es así como los consumidores que aprecian el café como mucho más que una bebida, encuentran que consumiendo 100% café colombiano no sólo les permite tener acceso a un referente mundial en el mundo de las bebidas, sino compartir sus valores e intereses en novedosas comunidades que les permiten decir que llevan sus vidas al 100%.



MARCAS DE CERTIFICACIÓN

Las Marcas de Certificación (MC) son signos que les aseguran a los consumidores que el producto al que se aplican cumple con unos estándares de calidad previamente definidos en normas legales, técnicas o reglamentos.  El titular de una MC se compromete a un control continuo de verificación de cumplimiento de los estándares preestablecidos del producto, con el fin de garantizar al mercado la continuidad en calidad del producto certificado y el mantenimiento de la reputación obtenida. Para emplear una MC en la etiqueta de un producto se debe cumplir con los estándares definidos. El titular evitará que la MC sea utilizada en productos que no cumplan dichos requisitos.

En consecuencia, las MC pueden ser utilizadas por cualquier empresa que esté en capacidad de demostrar que sus productos cumplen las normas especificadas en la certificación y que satisfacen los requisitos establecidos por el propietario de la misma, así mismo las Marcas de Certificación pueden utilizarse junto con la marca  propia de un producto.
En el caso de la marca de certificación  Café de Colombia, sus estándares están definidos  en cada uno de los países en los cuales se encuentra registrada,  y se encuentran principalmente asociados a las calidades mínimas de exportación vigentes en Colombia.

El café en Colombia ha sido uno de los productos con mayor importancia para la economía del país, permitiendo satisfacer las necesidades de productores y consumidores logrando realizar exportaciones con otros países y dejando ha Colombia en alto por la excelente calidad que los cafeteros día a día trabajan para lograr.



Referencias Bibliográficas




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